
Futbolche reaccionó y encuentra indicios
Se repuso de una caída parcial ante Tanga Mapamundi y ganó 3-2; fue el primer éxito en el Apertura con un equipo rompecabezas.
Empiezan a quedar atrás los pesares de la última semana. Se apaciguan muy lentamente las internas y el fastidio de gran parte de algunos jugadores por los faltazos. Futbolche dio buenos indicios el sábado, en la trabajosa victoria por 3 a 2 sobre Tanga Mapamundi.
Fue el éxito de la perseverancia, ante un rival que se quedó dormido con la ventaja y que después no supo o no pudo reaccionar. El Glorioso retoma el camino de la tranquilidad, o al menos hurga en el sendero de la normalidad, de la victoria.
Podría tranquilamente hablarse de merecimientos concretos para uno y otro bando, porque el desarrollo resultó muy desparejo. Pero lo cierto es que Tanga Mapamundi, con todo servido para ponerle el broche de oro a un éxito inesperado, se relajó en el segundo tiempo y permitió el crecimiento de Futbolche, que dejó su sello de “Grande” bien estampado. La síntesis de la felicidad fue la cara del goleador Javier Rinaldi, el que rió último y mejor en el segundo tiempo con un triplete que valió los tres puntos.
El Glorioso, más profundo, había inquietado al arquero rival con tres situaciones claras en la primera etapa. Un tiro libre de Nicolás Cosentino a los 15, un disparo a quemarropa de Martín Suy unos minutos después, y un remate de Mariano desde afuera que se estrelló en el palo, fueron señales inequívocas de la vocación ofensiva del equipo. Tanga Mapamundi tal vez era ganador inmerecido en el pulso general del partido, pero disponía de mayor contundencia en el área rival. Sólo podrían rescatarse sobre el cierre de la etapa una ocasión perdida por el delantero rival.
Se modificó bastante el curso del partido en el segundo tiempo. Futbolche se paró más adelante y ejerció mayor presión. Esa postura le valió el gol a los 7 minutos de juego. El último hombre no llegó a darle de lleno al balón y, tras el despeje corto de la defensa, el nueve resolvió ante el arquero con un remate alto a la derecha que modificó el marcador. El descuento estaba y la levantada se olía.
Fue evidente que Tanga acusó el golpe. No podía reaccionar, porque no funcionaban en el medio y repetían los saques de arco al vacío, agigantando la figura de Cortés, Suy y Fuentes, de auspicioso debut.
Cosentino echó mano de entrada, adentro Marcelo Saavedra, uno de los jugadores más querido por la gente, que reemplazó a Manfre. Todo un mensaje: delantero por volante. En tanto, Tanga se replegó y buscó el contragolpe para liquidarlo. Pudo haber sido peligroso, pero no pasó a mayores.
El empate hubiera sido completamente injusto. Durante el segundo tiempo se generaron muchas situaciones que hubiesen significado mayor tranquilidad en el resultado, un buena apilada de Iván por la izquierda, varias desbordes de Marce, otro tiro libre de Nico y varios disparos desde afuera que convirtieron al arquero de Tanga en el jugador mas importante de su equipo.
Se escurría el partido, Futbolche acertó a los 12 y a los 18 con el oportunismo bien aprovechado de Javier. Y en el descuento, cuando el Verdi-Azul tenía todo dominado, surgió un cabezazo que bien pudo ser el empate de no ser por Méndez que tapó de manera brillante abajo a la derecha.
Los que ocuparon sus lugares

Volvió al primer equipo luego de varias fechas. La polenta sigue intacta, el mismo juego de siempre, pero en un nivel bajo físicamente.

Jugó su tercer partido con la casaca de Futbolche y tuvo una noche mala. Nunca encontró la pelota y no se sintió cómodo en el medio campo. No pudo hacer lo que sabe.

Debutó en Futbolche. De lateral izquierdo tardó un tiempo en afianzarse. En el complemento mejoró y fue sobrio. Ganó el mano a mano e intentó buscar el pase siempre. Se retiró con un traumatismo en el dedo.
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