Una sana costumbre
El equipo no se imagina en otra posición que no sea bien arriba. Ya piensa más allá de la ronda clasificatoria y, el sábado, le mostró a Cuestión de Peso la señal de lo serio candidato que son en cada campeonato.
La consigna de Futbolche fue la de atacar desde el primer minuto al rival, una invitación por las debilidades defensivas que Cuestión de Peso generaba desde el arranque.
La llave del partido la tuvo Cosentino, que a sus habituales pisadas y manejo del balón en la mitad de la cancha le agregó la couta del gol luego de algunos rebotes en el área chica. A partir de ahí, Futbolche se encargó de manejar el partido y claramente se veía un solo equipo dentro de la cancha.
Ahí comenzó otro partido. Se soltó César Cristiano, una de las figuras del encuentro, y Futbolche empezó a ser más punzante. Rinaldi tuvo una clara que por milímetros le impidió al goleador engordar su cuenta personal. Diego, en cambio, pudo con su don de festejar y tras un zurdazo esquinado clavó el segundo gol.
Reaccionó Cuestión de Peso y casi descuenta con un tremendo tiro libre que estrelló en el travesaño ante la atenta mirada de Pablo Méndez. Allí fue cuando se descontroló el rival ya que su única vía para llegar al arco era a través de la pelota parada. Por su parte, Futbolche no lo liquidó porque le falló la puntería en varios intentos que la suerte no acompañó.
En el complemento, en cambio, Futbolche estuvo lejos del nivel mostrado en el inicio. Un buen rato de César y Manfre le dieron al equipo varias chances de asegurar el triunfo. Pero de a poco Cuestión de peso contragolpeaba y pudo haber descontado. Sin dudas, de que el Verdiazul sintió la ausencia en el medio campo de Consetino, que por una molestia en su rodilla se movió como zaguero en la segunda mitad, pero continuo acechando el arco rival con un cabezazo en el travesaño que pudo haber liquidado el pleito.
Futbolche pudo hacerse un festival después porque Cuestión de Peso solo se rehusaba a contraatacar con sus dos extremos, pero sin mucho peligro. Sin embargo, obligado por la urgencia, comenzó a pisar el área verdiazul, pero con muy poco. Toque hasta tres cuartos de cancha y nada más. Flojos intentos de sus delanteros, arremetidas de sus mediocampistas, pero todas con cero profundidad. Ninguna situación lo suficientemente clara para intranquilizar al puntero, que paradito con el tradicional 3-3-2 mantenía el control. Sobre el final, una pelota larga del arquero a uno de los delanteros inquietó el arco defendido por Pablo, que se lució como acostumbra con una tapada una sola mano para enviarla al corner.
A Cuestión de Peso no le alcanzan las monedas para salir del fondo. Nunca encontró hacerse dueño de la pelota y las tres únicas chances que tuvo demuestran porque se encuentra hundido a tres puntos del último de la tabla.
Futbolche, por su parte, terminó ganando por insistencia. Porque lo fue a buscar desde los vestuarios y porque supo mostrar la chapa de candidato. Esta victoria no solo suma en el campeonato, sino que aumenta el extenso invicto de 24 partidos que Futbolche mantiene desde el 2008. Un equipo que sueña a lo grande…
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