Ole ole, ole ole ola...
Deportivo Futbolche se hizo fuerte en un partido bravísimo frente a Loyola manteniendo a su defensa como la principal arma para llevarse la victoria. A diez minutos del final, Barral fue el justiciero de la tarde.
El equipo que conduce interinamente Cosentino tenía una parada chiva para seguir escalando en la tabla. Para ello, alineó al equipo con Méndez; Fuentes, Pochettino, Cortés; Saavedra, Barral, Brodersen; Curcio y Cosentino. El DT había manifestado su conformismo en la última actuación y repitió el mensaje antes del arranque. “Lo único que tienen que hacer los defensores es revolearla, para los demás tratemos de jugar rápido”. Rinaldi entraría a los 12 por Cosentino.
El comienzo mostró más incisivo al equipo verdiazul. Con las líneas bien adelantadas y la clara intención de querer ganar, fue a la carga contra el arco visitante. Y en la primera que tuvo casi rompe el cero. Corrían aproximadamente cuatro minutos. Una jugada bien elaborada desde el medio hizo que Cosentino tuviera el único mano a mano de la tarde, pero el palo le negó el grito por completo.
Dentro de este panorama, Loyola se encargaba de mantener bien ordenada su línea defensiva para intentar dar el batacazo en algún contraataque. Futbolche contaba con la posesión de la pelota y empezaba a manifestar un dominio territorial en el partido. Sin embargo, el protagonista del match le impidió nuevamente al goleador romper el cero. En una jugada de contra, Brodersen salió como un avión por la banda derecha y tiró un centro a la cabeza de Cosentino. Esta vez el travesaño le dijo que no.
Futbolche era el claro dominador de la tarde y aguerrido en la marca cuando el rival proponía elaborar algo de juego. La línea defensiva volvió a ser el sostén y se mantuvo sólida en cada momento del partido. Pero el equipo falló en el mediocampo. Dejando la marca personal en ese sector y distrayéndose en varios ataques del rival, hicieron que Loyola se acercara al arco de Méndez, quien en una volada respondió con clase luego de un tiro libre.
Con algunos retoques en el ataque el verdiazul salió a jugar la segunda mitad, donde el palo también le impidió a Barral romper el cero en el marcador tras un centro al primer palo. Cinco minutos después, Saavedra sacó un latigazo al ángulo que el arquero supo despejar. Parecía una condena para Futbolche que merecía mucho más que el empate.
A partir de entonces se vio a un Futbolche desdibujado y con pocas ideas para crear situaciones de riesgo. Sumado a ello, Saavedra se lesionaba y dejaba al equipo con menos esencia para llegar al gol.
El trámite atravesó un lapso en el que cayó en un pozo. Por un ratito, reinaron el estudio y la especulación. Pero Futbolche jamás se rindió y pudo enviar la pelota a la red luego de varios intentos. Barral fue el justiciero de la tarde. Tras un córner desde la izquierda la peinó al segundo palo para casi meterse la victoria en el bolsillo.
Pero aún quedaba tiempo para una contra del rival. La más difícil llegó en el momento menos pensado. Cuando el equipo defendía con nueve tras un córner la pelota terminó en los pies del jugador más desequilibrante de Loyola. La figura de Méndez se lució como en sus mejores partidos y contuvo el balón fríamente, cuando más de uno pensaba que el rebote era inminente.
Sede: Ocampo
Hora: 15.40
Árbitro: Lobo
Figura: Fuentes
Gol: Barral
Amonestado: -
Expulsado: No hubo
Comentario: Fuentes
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