Victoria histórica de Futbolche que, en inferioridad numérica todo el partido, venció por 4 a 3 al duro Borravino.
Cuenta la leyenda que un 28 de julio de 2012 en la sede de Ocampo, terreno de mil batallas, siete hombres, se enteraban que debían empezar un partido con dos jugadores menos. Un triste episodio e imprevisto, ausentaba a cuatro jugadores, entre ellos el DT interino Cosentino, que habían confirmado en la semana.
Méndez; Cortés, Pochettino, Fuentes; Di Bona; Rinaldi y Curcio, comenzarían una hazaña para nunca olvidar. Faltaba un hombre más: Herrera, quien salía rápido de su trabajo para formar parte de ésta historia de novela.
La charla previa, dirigida por Pochettino, fue clara, precisa y certera, en pocas palabras pudo llegar al corazón de estos guerreros que entraban al campo de batalla. Ya se sabía de antemano, que entraban diezmados, heridos por la noticia imprevista, y con escasez de recursos y variantes, frente a un enemigo que presentaba todas sus armas. Era David contra Goliat.
Se pudo averiguar que en esa charla, previa al cotejo, Pochettino sorteó estas frases: “Ellos juegan con las de ganar, saben que son dos más, y nosotros sabemos que somos dos menos y tenemos las de perder, juguémosle la cabeza…”; “San Lorenzo pudo clasificar a cuartos de final de copa libertadores con dos menos…”; “Sean inteligentes para correr la cancha, una chance vamos a tener de convertir, aprovechémosla…”y por último cerró con una gran frase: “en nuestro campo somos 7 contra 7, porque el arquero no juega y el 2 no cuenta, hay que dejar todo”.
El primer tiempo comenzó con lo impensado, primera jugada del verdiazul, logra un tiro de esquina. Pochettino le pide a Di Bona que lo tire para que puedan cabecear Curcio o Rinaldi. Sin embargo, sorprende con un tiro a ras del piso para que Diego, el optimista del gol, la empujara a la red. Futbolche 1 Borravino 0. La ventaja, pese a ser la mínima, era gigante. La concentración, la solidaridad, el ver que esos siete hombres se formaban en un puño apretado, golpeando e hiriendo al rival, motivaba hasta las lágrimas. Juego colectivo, cuando se podía y reventarla cuando no.
En ese entonces, llega Herrera, el octavo hombre, y el equipo se armó un poco más: Ya era un solo jugador menos.
Y la historia al paso del tiempo se hacía más épica, porque en una jugada que la aguanta Curcio, se la tira por el costado derecho a Herrera, quien observa que paralelamente a él, corría Di Bona entrando al área, y suelta el balón hacia el centro para que Dibo sólo la empujara: Futbolche 2 a 0.
La felicidad desbordaba por los poros, del más frío espectador. Este conjunto de guerreros, nos daba una lección de valentía, ante la adversidad, nunca se debe bajar los brazos.
Sin embargo, la historia no es sencilla, para quedar en ella, se debe transitar un camino arduo, áspero y muy difícil. Por ello, el rival se hizo sentir, y herido en su orgullo pegó dos golpes duros, con pelota parada, jugadas en que el Depor, daba ventaja de marca, empata 2 a 2. Fin de la primera etapa.
El segundo tiempo, Futbolche sabía que contaba con menos físico. Había corrido un montón, pero son esos días que cuando ves a un compañero correr, meter, jugar, y aguantarla como nunca. El otro no puede bajar los brazos. No hay cansancio que valga (Rinaldi fue fiel ejemplo de ello). El esfuerzo debe ser en conjunto, sino no sirve. Y así fue, que estos ocho guerreros entraron al campo de juego para terminar la epopeya. Tiro de esquina, rebote para el Depor, le queda a Di Bona, quien se la deja a Herrera para batir al arquero oponente con una pegada magistral. 3 a 2 arriba.
El grito pelado de la tarde, como un gol uruguayo ante Brasil en el maracanazo, fue Curcio en una jugada memorable, y un enganche de potrero, esquiva al defensor y arquero y convierte en 4 a 2 la victoria de ensueños. Otra vez, la ventaja era por dos goles, pero la muralla que construyeron Pochettino, Cortés y Fuentes, más la gran actuación del arquero Méndez, hicieron que el rival no pudiera lastimar, una solidez soberbia e inteligente, para aguantar el triunfo. El árbitro Dani adicionaría 4 minutos. Sin embargo la historia ya estaba escrita: la fábula de ocho pequeños hombres que se animaron a jugar para defender la camiseta verdiazul. Hasta la victoria. Siempre.
Ahora bien, lo más importante es que esta historia, no termina aquí sino que recién comienza. Creer o reventar. FUTBOLCHE VIVE.-
Sede: Ocampo
Hora: 15:40
Resultado: Futbolche 4 - Borravino 3. (2-2)/(2-1)
Goles: Curcio x2, Di Bona y Herrera
Amonestados: Fuentes, Rinaldi, Herrera
Arbitro: Dani (bien)
Sede: Ocampo.
Comentario: Di Bona.
Figura: Di Bona.-
Como DT interino en este partido no tengo más que palabras de agradecimiento a todo el plantel por la entrega y sacrificio. Nos ofrecieron suspender el partido e inclusive agregar a un extraño para jugar 9 vs. 9, cosa que nos pareció una locura, que iba a en contra de nuestra esencia. Para el rival, no es sencillo jugar un partido así. Ellos se habían preparado para un partido distinto, un mano a mano directo, no para que les demos todo el protagonismo y peso de atacarnos.
Psicológicamente, cuando tenés jugadores de más, todos creen ser el jugador que sobra y te esforzás un poco menos; cuando sos el equipo que está en inferioridad numérica, tenés que correr el doble. Eso fue lo que pasó. En ningún momento dudé que se podía ganar, sólo había que ser inteligente. Lo que si nunca pensé, es que podíamos meter 4 goles, ante un rival durisimo. Lo de hoy, es para colgar en un cuadrito y contárselo a tus hijos y a los hijos de tus hijos cuando piensen que la vida no da oportunidades.
Para cerrar, una frase de Eduardo Sacheri que encaja justo con este momento: "Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas mas esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida. Pero de algo estoy seguro: no saben nada de fútbol"
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